¿Niños privilegiados?

Esta sugestiva pregunta se hace a menudo por las grandes organizaciones internacionales para descalificar los movimientos de los niños y las niñas trabajadores desde el principio.

En los movimientos infantiles se organizan niños y niñas que trabajan en condiciones muy diferentes: algunos trabajan, por ejemplo, unas horas al día en colectivos autodeterminados, otros trabajan en basureros, en el campo o en la casa. Otros tienen que ganarse la vida con la ayuda de negocios ilegales, el trabajo sexual o el tráfico de drogas y dormir en las calles por la noche. Casi todos estos niños y niñas viven en la pobreza material.

Sin embargo, los niños y las niñas que trabajan en condiciones más deficientes tienen en realidad menos tiempo, energía y recursos (tanto sociales como materiales) para participar en un movimiento infantil.

Con el fin de ayudar a los compañeros menos privilegiados, los movimientos de niños han dado algunas ideas. Por ejemplo, ofrecen una compensación de ingresos para algunas actividades por el monto de los ingresos perdidos. También hay fondos conjuntos para situaciones de emergencia individuales. Los niños y las niñas organizados también tratan de ofrecer a las niñas y los niños que sufren de explotación oportunidades de empleo alternativas. Además, hay que destacar que el compromiso de los "niños más acomodados" también tiene por objeto ayudar a mejorar la situación de los "niños más desfavorecidos".

Actualizado: 14.12.2020